lunes, 2 de febrero de 2009

3.


En la nada de tu cama desperté
y sentí mi corazón delirar
cuando en tu silencio navegué.

Resonaba el eco de tu alma
y tus ojos me hablaban sin mirar.
Hoy por fin todo está en calma.

Tu cuerpo parecía una rosa,
la fragancia de tu piel.
Volaste en mí como una mariposa.

Embriagándome de tu mágica esencia,
sumiéndome en tus caricias.
Enredándose tu pasión y mi inocencia.

Y te marchas, hoy partirás.
Para mí un beso suspendido en el aire,
para ti estos versos que nunca leerás.

Adiós, fuego. Aunque te vas no te olvido.
Yo seré la flor que aguardando se marchita
recordando tus labios en mi cuello.

Rosa Negra 666
©2009

No hay comentarios:

Publicar un comentario