viernes, 7 de mayo de 2010

121.

No descansa cuando duerme, descansa cuando se rodea de la soledad de la oscuridad, cuando la única luz que la alumbra es la tenue palidez de la luna. Cuando no hay gente para escupir un “cómo estás” que en realidad no le interesa. Cuando no hay que sonreír y aparentar.

Mirara donde mirase, hectáreas de incertidumbre, sueños en forma de enredadera que remolonean alrededor de su cuerpo, apretando cada vez un poco más… y más, y más, hasta que deja de percibir el aire que le rodea y se asfixia entre la marea de sus recuerdos.

Su corazón se divide en tres partes: una que a veces entrega y comparte, dos atadas a un par de promesas que pesan tanto como duelen. Una exige silencio, otra frialdad… ambas secreto. El pasado ya ha dejado demasiadas cicatrices en su alma y en su cuerpo.

Sabe que la fuerza no reside en no llorar, sino en llorar por dentro y que las lágrimas empujen fuera todo el veneno que la contamina…
Sabe que los monstruos que se tienen bajo la cama sólo existirán mientras se quieran ver.
Que el amor que te aleja en el dolor y vuelve a llamarte en la risa no es amor, es conveniencia y por tanto no valen los cambios de guión, el punto y aparte tembloroso que continúa su historia en el siguiente renglón.
Sabe dar el punto y final, el fin a la actuación.

Sabe que hay cosas que no se pueden confiar… escenarios en blanco y negro, ecos de voces que no dejan olvidar.

Sentimientos que sólo la última mota de arena del reloj se conseguirá llevar, arrastrándolos con ella.


lunes, 3 de mayo de 2010

120.


Nadie hace caso del agua que va después de la lluvia cuando vuelve el sol. Poco importa si sobre ese agua hay lágrimas después de haber llorado por amor, por dolor. El agua se evapora, vuelve al aire y a nuestros pulmones, respirando el viento que sentimos en la cara. Y las lágrimas vuelven a entrar en nosotros, como las cosas que hemos perdido...pero nada se pierde en realidad. Cada segundo que pasa, cada luna que surge, no hace más que decirnos: "Vive, vive y ama lo que tú eres, como tú eres, por lo que eres. Mira en lo alto hacia el cielo, cierra los ojos y no te canses nunca de soñar". La vida es muy corta para no ser felices...juntos.

Tengo ganas de ti (Federico Moccia).