Él creía que conocía lo que pensaba su alma. Sabía que, algún día, aquella luna de plata que se agazapaba en lo más profundo de su mirar se quedaría allí para siempre.
Él quería ser como esa luna. Quería sumergirse en sus ojos, perderse en sus labios y, después de amarse hasta la saciedad, hasta que los cuerpos se empapasen en pasión y gritaran "basta", dormirse en su corazón.
Nariiiiiichurri *-* que bien escribas. Y que ojos. Y que de todo.
ResponderEliminar:3 ñeñeñehw(L) tequieroooooooohw.
Él conocía lo que pensaba su alma pero ella no le creía capaz de conocer esas profundidades, él quería ser luna y fue luna, quería perderse en aquella mirada y se perdió, se fundió con su cuerpo y se durmió en su corazón... Pero una mañana, ella se sintió extraña, habitada, y entonces se fue o hizo que él se fuera, que es el mismo camino pero con diferente rumbo.
ResponderEliminarPs. Si esa es tu mirada verdadera, no me extraña tu poesia.
Ese ojo rompe la armonía de colores! xDDDDD
ResponderEliminarLo dicho: no me extraña tu poesía. El problema con esa mirada es que inspira para hacer un pequeño cuento....
ResponderEliminaraaaaay nari-chan n______n
ResponderEliminarabandonatardesdeunsábado. Ahora mismo estaríamos comiendo unos batidos de chocolate y fresa. Los echo de menos. Cuando vaya quiero muchos batidos, y muchas fotos :)
y chuches. Seguro que la del bambi nos echa de menos. SEGURO ¬¬
"hasta la saciedad..."
ResponderEliminarno basta con solo ver....hai q observar!
esa imagen transmite muuxo!
saludos...
te leo!
"Él creía que conocía lo que pensaba su alma".. ojala supieramos de erdad lo que piensa el alma... ojala...
ResponderEliminarbesines embrujados